Nos reunimos en una locación de lujo: la margen derecha del río Ulla, bajo el puente de la Burga de Pontevea, que marca la frontera entre las provincias de A Coruña y Pontevedra. Un entorno en contacto total con la naturaleza, dibujamos arrullados o quizás hipnotizados por las tranquilas aguas del Ulla. Toda la modernidad, incluida la carretera provincial, ha quedado perfectamente camuflada tras el puente, dando la sensación de haber viajado en el tiempo, aunque, tal como aprendimos ese día, eso no es posible, pues no hemos llegado a esa fase del proceso de expansión del universo. Esto último parece un poco extraño, pero es que en un momento de la velada gastroartística la conversación derivó hacia ese tema, y sería lamentable que no quedara constancia de ello, tampoco soy una fuente muy fiable, esto es lo que creo haber entendido.
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| - BoSCQuejeros en acción, con el Río Ulla y el puente de la Burga de Pontevea de fondo - |
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Tras pasar unas horas dibujando, continuamos con la jornada gastroartística estival, pero olvidé hacer fotos de la "deconstrucción" de pastel y del pastel de "árbol solitario en medio del desierto", así como del hojaldre de espinacas, nueces y pasas, de las brochetas de anchoas y de salchichón, del arroz con leche y de las naranjas al chocolate.
Fue una quedada que pasará a la historia, por los dibujos, por supuesto, por el menú gourmet del que dimos buena cuenta, y por los rayos cósmicos, la expansión del universo, los viajes en el tiempo, y el mercurio. Es que BoSCQuejeros da para todo...
Al final, la noche quedó coronada por una gran luna llena estival, que también pedía ser dibujada. Quizás en el próximo mes lunar...
Más dibujos de esta jornada en el post de Mariano: Dibujando en la frontera
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